Sanitarium

Bienvenido a casa….

Una tarde de Otoño como cualquier otra, fresca y húmeda. Pedro se ha mudado esta mañana. Desde que llegó se sintió como si por fin hubiera llegado realmente a su hogar. Es un bonito apartamento, pequeño pero acogedor. El edificio cuenta con varios iguales en fachada y tamaño. El suyo es el número 17. Su casero le da la bienvenida, un tipo alto, fornido. Más que casero parece un guardaespaldas. Le hace algunas preguntas y luego se va. Acomoda sus cosas, que no son muchas, después se echa a dormir un rato.

Despierta ya entrada la noche, no tuvo esos sueños otra vez. Parece que por fin se fueron. Aunque es muy pronto para decirlo. Por la ventana se divisa la luna llena. Blanca como la leche, imponente como reina. La reina de la noche, de la oscuridad. ¿Qué hora es? Parecen ser las 11 o 12 de la noche. Se le olvidó comprar un reloj de pared. Su reloj de pulso… ¿Qué fue de su reloj de pulso? No lo recuerda, y tampoco le interesa buscarlo en este momento, ni le importa ya la hora, pues se siente en completo estado de paz. Relajado.

La ventana está abierta y siente en su cara el aire frio de las noches de octubre. No existe nube alguna, y el tiempo parace haberse detenido. Es una locura, piensa. Locura…

Un ruido lo despierta de su embeleso. Es como si alguien rasgara del otro lado de la pared con su uña. ¿Ratas? Mañana se lo diré al casero, piensa mientras se acerca para escuchar bien. Golpea levemente la pared con su puño cerrado para ver si cesa. Por un momento le parece oirun leve susurro, «loco» alcanza a escuchar, desecha esa idea rápidamente. Tal vez fuera el viento, o la tv del departamento de a lado. Concluye que es su imaginación. Necesito un vaso de agua. Junto a su cama hay una jarra con agua y un vaso. Sirve la mitad del vaso y bebe todo de un sorbo.

La ventana es muy pequeña, piensa. ¿Por qué la habrán hecho así? Apenas si puedo ver la luna. Debo comprar unas cortinas… y pintar esas protecciones. Que feos se ven esos barrotes así grises. Es entonces cuando comienza a escuchar las voces de nuevo. Estás loco, le repiten una y otra vez.

De debajo de la cama emerge una mano arrugada y con uñas enormes. El ser que está saliendo ha asomado la cabeza. Tiene cabello cano muy largo y enmarañado, enredado. Pedro horrorizado da pasos unos pasos hacia atrás intentando con todas sus ganas gritar, pedir ayuda. De su voz solo sale un gemído apenas audible. El ser se incorpora y deja ver su rostro viejo y deforme. Ojos inyectados de sangre que parecen ser mas pequeños que las cuencas que los alojan. Una nariz larga y puntiaguda con vellos asomando por sus fosas. De su boca, que parecia tener un gesto entre dolor y odio, asomanban unos largos colmillos amarillentos y putrefactos. Hilos de baba le colgaban hasta su pecho desnudo apenas cubierto por pelo tupido con el mismo aspecto que el cabello de su cabeza. Su piel lucia escamosa y ennegrecida, como mohosa.

>> Ja! [Rata Off] Pos hace como 1 mes y medio que esccribí esta parte, la publico para ver si puedo terminarla después… se me ha hecho un buen relato y tengo un final que me gusta. Veremos si Maggy (mi hermosa rata en su rueda) vuelve a trabajar por estos días de calma.

Saludos y opinen…

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